La persona protagonista debe de pensar en situaciones complicadas que han tenido que afrontar personas que conoce (familiares, amistades...) y preguntarles cómo las han superado. No consiste en intentar resolver el reto igual que las otras personas, sino inspirarse para poder construir las propias propuestas de resolución desde otros contextos diferentes.
Las organizaciones que prestan ayuda a personas vulnerables podrían emplear la figura de un/a mediador/a, es decir, una persona que haya vivido una situación del calibre de la que está viviendo la persona con la que interviene y la haya conseguido superar. Esto le aportaría una mayor motivación y confianza para la generación de ideas. Cuanto más próximo sea el modelo utilizado más eficiente será esta herramienta.
Como recurso complementario, se pueden ofrecer a la persona ejemplificaciones de mujeres empoderadas en libros de texto tales como: Los colores de Dulari (Devi, 2011), La esperanza es una niña que vende fruta (Das, 2013) o Dibujo de una ciudad (Behan, 2014).
Referencias:
Behan, T. (2014). Dibujo de una ciudad. Thule ediciones.
Das, A. (2013). La esperanza es una niña que vende fruta. Libros del zorro rojo.
Devi, D. (2011). Los colores de Dulari. Kókinos.